Shaw Laney – El sueño cumplido de un Niño

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SHAW LANEY – El Sueño Cumplido De Un Niño

Cautivado cuando niño por el caballo de paso fino, Shaw Laney tuvo la oportunidad de cumplir su sueño de infancia al lograr estar con caballos todos los días. Ser un entrenador exitoso de caballos de paso fino le ha permitido vivir de hacer lo que él ama, lo cual a su vez le permite asegurar dicho éxito.

Su amor por los caballos y su dedicación a darles un cuidado de máxima calidad, lo motivan cada día para no solo trabajar con caballos de paso fino, sino también a trabajar muy de cerca con sus clientes para ayudarles a cumplir sus metas. Shaw Laney recientemente se reunió con Perfiles del Paso Fino para compartir su historia y explicar la inspiración tras su trabajo diario.

PPF: Hola Shaw. Gracias por reunirse hoy con Perfiles del Paso Fino.
SL: Gracias por invitarme.
PPF: Es fantástico que haya sacado de su tiempo en esta competencia

PPF: Para quienes no lo conocen, ¿puede por favor compartir su historia desde sus comienzos hasta hoy en día?
SL: Claro, mi nombre es Shaw Laney y conocí los caballos de paso fino en 1981. Yo tenía 9 años y comencé a tomar clases de equitación en una finca del área. Nosotros, me refiero a mi familia – mamá, papá y hermana, nunca habíamos escuchado hablar del paso fino. Nosotros queríamos tomar clases de equitación y encontramos esta finca en nuestra área. Resulta que había caballos de paso fino y también caballos pura sangre de carreras. Así es que daban también clases de monta inglesa, lo típico como caminar, trotar, galopar y saltar. Mi hermana y yo empezamos a tomar clases en los caballos de salto, entonces aprendimos a montar de forma tradicional inglesa. Nos empezamos a familiarizar con los caballos de paso fino porque estaban presentes en la finca. Desde que era niño, siempre los caballos eran todo lo que me interesaban. O sea que siempre ha sido una pasión para mí. Al empezar a tomar clases de equitación y que mejoraba mi monta, había un caballo en la finca que me gustaba mucho. Dio la casualidad que era de paso fino, pero no me era que gustaba por ser paso fino, sino que me gustaba ese caballo en particular. Yo pasaba cada verano allá, yendo cada vez que podía. Ayudaba en la finca y montaba cada que podía y desarrollé un amor por este caballo en particular. Este caballo de paso fino fue el regalo que mis papás me dieron para mi décimo cumpleaños. Ese fue el comienzo de un sueño que se me cumplía. Empecé a competirlo; él tenía 3 años y yo 10. Ese año fuimos a la nacional donde competí en equitación y creo que saqué tercer lugar. Y aunque la pasión por el paso fino estaba clara, seguí montando el caballo inglés porque mi instructora quería que yo construyera una buena base en la monta al saber hacer todos los andares y salto. Así es que seguí montando los dos y de ahí salió todo. Desde mi primera competencia en 1982, he seguido compitiendo. Respecto a mi carrera, todo comenzó en mi adolescencia cuando teníamos un caballo castrado de paso fino que tenia una calidad excepcional. Fuimos muy bendecidos con la oportunidad de tener este caballo. Fue un verdadero regalo para nuestra familia. El ganó mucho en la pista y se entregaba de corazón. Tenía tanta disposición. Era un verdadero paso fino; siempre estaba en paso, siempre dispuesto a trabajar, un brío excelente con modales perfectos. Empecé a competir ese caballo muy seguido y ganaba mucho con él. Fui muy afortunado de tener ese caballo en mi vida porque básicamente, él me dio a conocer. La gente se daba cuenta del caballo y luego se daban cuenta que yo lo montaba siendo adolescente. Y poco a poco comencé a montar caballos de otras personas, y de otras. Se hizo el efecto ‘bola de nieve’ y lentamente se hizo un negocio. A mis 18 años, ya era mi negocio de entrenamiento de tiempo completo. Realmente le atribuyo el inicio de mi éxito a ese primer caballo y a mi primera instructora de equitación. Esa instructora de verdad me enseñó a montar correctamente y luego fuimos bendecidos al obtener ese caballo. Él me permitió recibir la atención al ser tan excepcional.

PPF: Así es que sus habilidades de equitación inicialmente no vinieron de un entrenamiento de paso fino sino de monta inglesa.
SL: Ella tenía más experiencia en dressage pero también entrenaba paso finos. Era de un extremo al otro, pero en ese entonces en los años 80, ella era una de las mejores. Así es que soy muy afortunado de haber recibido esas bases, de lo que yo llamo monta tradicional inglesa.
PPF: Y durante todas estas entrevistas, podríamos decir que los entrenadores más veteranos han hablado de la importancia de montar otras razas de caballo para obtener esas bases y ese conocimiento porque obviamente, al no ser una raza de origen en EEUU, no hay el conocimiento más básico en algunos.
SL: Si, cierto. Absolutamente. Cualquier niño al que he guiado en mi carrera, siempre les he recomendado que también encuentren donde puedan aprender de otras disciplinas de monta para poder aprender cómo hacer los diferentes tipos de trotar y galopar, sea americano del oeste o inglés, no importa, con tal sea algo fuera de un caballo de paso suave. Al final, lo hace mejor jinete porque se puede sentir el movimiento de mejor manera. Las demás razas tienen caballos con mayor movimiento y eso le enseña al jinete como moverse con el caballo.

 

PPF: ¿Cuál es su definición de ser caballista? ¿Y cómo lo aplica usted?
SL: Ser caballista es mucho más que montar a caballo. Es saber cómo cuidar a un caballo correctamente; incluyendo una alimentación correcta, manejarlo desde le piso, crear esa confianza, ese vínculo. Uno obviamente quiere que el caballo confíe en uno, pero también debe tener el más grande respeto por uno. Ellos lo buscan a uno para que los guie. Y bueno, en especial el caballo de paso fino, lo amamos, pero es un caballo muy enérgico. Son muy astutos así es que pueden aprender lo malo tan fácil como aprenden lo bueno del entrenamiento. Así es que me parece muy importante tener un conocimiento muy completo para ser caballistas. Ser caballista es mucho mas amplio que simplemente subirse en un caballo y montarlo. Primero hay que tener ese respeto desde el piso, ese vínculo, esa confianza. Luego eso se transfiere a la silla donde el caballo lo sigue a uno y quiere trabajar con uno en lugar de en contra de uno. También hay que ver que las técnicas de entrenamiento vayan más allá de pedir rapidez o de colectar. Todos disfrutamos de un caballo que sea bien rápido y con el paso bien colectado, pero se requiere de muchos pasos para lograr esto y para que el caballo lo haga correctamente y tenga la disposición de hacerlo.

PPF: Claro, la disposición es muy importante.

PPF: ¿Cuál ha sido el reto más grande que ha tenido en su profesión?
SL: Siento firmemente que durante los últimos 20 años el enfoque ha estado en la rapidez y la recolección del paso fino, pero creo que en eso hemos perdido el paso natural. Por ende, ha sufrido el temperamento. Tenemos muchos caballos que son extraordinarios a la vista. Su rapidez es extraordinaria, son brillantes, el brío es impresionante, sin embargo, no son fáciles de entrenar. Cuando un caballo es mas movido en diagonales o se inclina hacia la trocha, generalmente uno recoge el caballo o le pide que trabaje un poco más fuerte, o sea lo empujamos o recolectamos para que ande en el paso fino. Pues cuando tenemos un caballo que ya tiene tanto brío y no el mejor temperamento, quizás menos disposición también, no son tan fáciles de llevar a ese punto cuando los empezamos a empujar o recolectar. En mi opinión, esto ha sido un obstáculo y creo que nosotros como criadores debemos de ponerle atención para así mantener la naturaleza del movimiento y obviamente el temperamento. Uno puede tener el caballo mas espectacular del mundo, pero si no tiene un buen temperamento, nunca va a tener éxito en la pista. Ni siquiera hablemos de la pista, simplemente para poder disfrutar el caballo como uno de silla. Definitivamente, mucha de la responsabilidad cae sobre los criadores. En parte también es afectado por el decaimiento de la industria equina, no solo en el paso fino sino en general. Esto es un lujo y a veces los lujos comienzan a decaer con el pasar de los años. Estamos en la época de la tecnología y vemos menos jóvenes en las razas, particularmente en el paso fino. Entonces sabemos que, durante esos años de recesión, no había mucha gente criando caballos y los que sí lo hicieron seguramente tenían más estabilidad financiera y por eso criaron más caballos para competencia, aquellos de suma calidad. Así es que perdimos algunos de los criadores de menos reconocimiento, por decirlo así, que antes criaban esos caballos más calmados y de movimientos más naturales. Y eso es lo que atrae a los principiantes más que todo, son los caballos que pueden disfrutar. Generalmente, esas personas luego se pasan a la industria competitiva.

 

PPF: ¿Cual considera que ha sido su mayor logro?
SL: He tenido muchos logros, pero siento que el mayor es ver el éxito de mis jinetes dueños y jóvenes en las pistas. Amo verlos salir de la pista con una gran sonrisa, así no hayan sacado la cinta azul. Para mi ese es tal vez mi mayor logro.
PPF: Es lo es, y lo mas bonito de eso es que cuando salimos así, quedamos con ganas de volver a entrar.
SL: Es cierto.

PPF: ¿Cuál es el recuerdo más se agradable que tiene con un caballo? Tal vez una muestra de cariño muy grande o cualquier anécdota que quiera compartir.
SL: Creo que me regreso a nuestros, de mi hermana y míos, primeros caballos. Eran dos caballos castrados de paso fino. Como lo había dicho antes, sin esos dos caballos… Mi caballo, el que me dieron de cumpleaños, era muy muy tranquilo, pero no era el de mayor calidad. Tenía su paso natural, pero era el mejor caballo de competencia. Yo lo competía y él me enseñaba mucho, básicamente viví encima de ese caballo durante el verano y después de la escuela. Me mantenía sobre su lomo, salíamos al bosque a explorar, lo montaba a pelo, el galopaba suelto y reunido, andaba en paso y también teníamos algo de éxito en competencia. Pero era el otro caballo, el de mi hermana, que era excepcional. Definitivamente, esos dos caballos siempre mantendrán un lugar muy especial en mi corazón.
PPF: ¿Recuerda la raza de ellos?
SL: Sí, ellos eran medios hermanos, hijos del caballo Cohete Que Tal, un hijo de Hilachas. En los años 80 hubo mucho Capuchino, ya que el llego al principio de la década. Nosotros entramos al gremio un poco antes de esos años de Capuchino. Las líneas sanguíneas antes de Capuchino eran mayormente de Hilachas, El Pastor y algunos otros reproductores de la base genética aquí. Los nuestros venían por Hilachas. Ellos eran mezclados porque sus madres eran yeguas puras puertorriqueñas cruzadas con un reproductor colombiano.
PPF: Ya veo, usted tuvo caballos de la época del inicio que vemos hoy en día.
SL: Sí, sí.
PPF: Fascinante.
SL: Mi caballo se llamaba Bailarín Cohete y el caballo de mi hermana se llamaba Bailarín Elegante.
PPF: ¿Que finca era esa donde usted entro al gremio?
SL: La finca se llamaba Dancing Horse Farm. Ya no está en función, pero se llamaba Dancing Horse Farm y los propietarios eran Mike y Cami Cedar. Ellos ya no están en el gremio del paso fino. Mi mentor fue el Señor Álvaro Iriarte.
PPF: ¿En serio?
SL: Mis técnicas de entrenamiento y mis bases iniciales fueron de mi primera instructora, Cami Cedar. Pero después mis bases de técnicas de entrenamiento y como flexionar un caballo, como darle rienda y asegurarlo; todo eso vino de Álvaro Iriarte.
PPF: Él es una persona muy especial.
SL: Absolutamente.

PPF: ¿Cuál es su primer paso al entrenar un caballo? Cuando toma un caballo nuevo bajo su entrenamiento.

SL: El primer paso es que me gusta observarlos sueltos entre el picadero, sin montador, solo en el picadero. El trabajo es darles un torno libre. Quiero ver como ellos reaccionan hacia mí y ver si han tenido algo de entrenamiento anterior, lo que puedan saber, también me dice mucho sobre su disposición para trabajar conmigo. Así es que ese es mi primer paso; el torno libre dentro del picadero y haciendo que el caballo se mueva en respuesta a mi lenguaje corporal.
PPF: Y eso genera mucha confianza, pues al establecer una forma para que él también lo pueda conocer a usted.
SL: Así es. Me gusta ofrecerle al caballo su propio espacio y lógicamente, exijo que respeten el espacio mío. Pero me gusta darles su espacio porque así les dejo saber que estoy ahí para trabajar con ellos, no en contra de ellos. Cuando uno presiona, así sea con nuestra sola presencia, acercándose a ellos o pidiéndoles que se muevan y ellos dan la respuesta correcta de dar el paso atrás, ahí es el descanso.

 

PPF: ¿Cuáles han sido sus mayores recursos como entrenador de paso fino?
SL: Es complejo porque hay tantos entrenadores buenos que siempre están… y he estado un poco involucrado con varias razas. He entrenado todas las razas de caballo, pero el paso fino ha sido siempre constante. Me parece que los entrenadores siempre están muy dispuestos a compartir sus conocimientos. He trabajado, como dije anteriormente, con Álvaro Iriarte, su hijo- Juan Carlos Iriarte, quien fue también de gran influencia. Hubo un entrenador americano muy reconocido, Raven Briggs. Él fue un ícono en los años 80 y 90 como entrenador. Era formidable y tenía un conocimiento inmenso. Yo fui muy afortunado al poder trabajar con él. Él era muy innovador en su entrenamiento, aunque hacía una mezcla con técnicas viejas. Él fue uno de los primeros en iniciar algunas técnicas de los caballos de rienda, de los caballos cuarto de milla en el gremio de rienda. Creo que él fue uno de los más innovadores en el comienzo para hacer ese trabajo y realmente lograr esa flexibilidad en el caballo. Yo pude trabajar con él. También trabajé con Alei Ortiz. Ella me enseñó mucho. Cesé y Pat Figueroa fueron también de gran influencia. Y bueno, a medida que construyo mi carrera, siempre quiero aprender más hasta hoy en día, observo entrenadores y miro sus técnicas. Y simplemente lo intento. Pienso que cada entrenador debe construir su propio estilo, pero siempre podemos aprender de los demás. Y sabemos que tal vez una técnica no le sirve a uno, pero le sirve a otros o tal vez le hago una variación a esa técnica pero de todas formas hay que crear nuestro propio estilo y ver lo que se sienta adecuado para nosotros.

PPF: ¿Cuál es su motivación diaria para hacer su trabajo, día a día, llueva o haga sol? Sabemos que es un trabajo físicamente desgastante y conlleva mucho más que solo montar a caballo. En el cuidado de principio a fin y todas las demás cosas, tras tantos años y ni siquiera siendo de familia caballista, sino siendo algo que nació dentro de usted. ¿Cómo ha perdurado durante cada día? ¿Qué lo motiva?
SL: Es cierto. Es el amor por el caballo en general, creo yo. Es cuestión del vínculo. Es realmente asombroso tener una carrera en algo que verdaderamente te apasiona y con que creciste. Así es que definitivamente la motivación viene del amor inicial por el caballo. Eso lo logra. Siempre estoy intentando ser mejor, más allá del entrenamiento. Por ejemplo, saber que suplementos son buenos, que alimentos son los mejores. Todo eso me motiva y obviamente mi familia y Dios, siempre por encima de lo demás.

PPF: ¿Quién ha sido, por encima de todos, la persona más influyente en su carrera?
SL: Sin lugar a comparación, Álvaro Iriarte.
PPF: Si tuviera tan solo una palabra para explicar la razón, ¿cuál sería esa palabra?
SL: La palabra que viene a mi mente es Maestro. Él es el maestro de todos los entrenadores. He montado caballos que él ha entrenado. Nunca he montado caballos que se sientan más seguros y más perfectos en la rienda. Son completamente conectados al jinete y esperando recibir un comando, no intentando decidir por sí solos. Es el nivel más alto que yo he experimentado.

PPF: ¿Cuál es el aspecto más importante de su trabajo?
SL: Tener la capacidad de comunicarme con el caballo y con su dueño, poder proveer un servicio bueno y honesto para mis clientes, intento -no intento- siempre soy honesto al decirles lo que pienso de un caballo y sus habilidades. Yo pienso que la integridad es muy importante al proveer un servicio. Yo, como entrenador profesional, estoy proveyendo un servicio a mis clientes así es que para mí es imperativo tener un alto nivel de integridad para hablarles la verdad absoluta sobre su caballo, así sea difícil decírselo o que ellos no lo quieran escuchar, aún es mi responsabilidad darles lo que es mi opinión.

PPF: ¿Qué es lo que más le gusta del caballo?
SL: Mis padres me contaron que cuando apenas era un bebé, yo era enfermo por los caballos. Yo ni siquiera recuerdo, o sea ni siquiera yo lo recuerdo, me dicen que de pequeño cuando íbamos en el carro y pasábamos algún caballo en un potrero, yo casi que lloraba si no paraban el carro para yo poder ver al caballo. Así es que no lo sé, creo que es algo que simplemente nació dentro de mí.

PPF: ¿Cuál es la palabra que más representa su trabajo?
SL: Dedicación.

PPF: ¿Qué es lo que quiere que la gente sepa o recuerde de usted?
SL: Que fui honesto.

PPF: Shaw, muchas gracias por esta entrevista tan interesante. Gracias por darnos su tiempo, fue un placer conocerlo un poco mejor.
SL: Sí, gracias. Absolutamente, fue un placer. Gracias por invitarme.
PPF: A usted.